domingo, 26 de octubre de 2008

Tiene sexo el cerebro?

¿Tiene sexo el cerebro? O, mejor dicho… ¿hay un cerebro para hombres y otro para mujeres?
Pues eso parece. Desde el momento en el que en un feto de seis semanas se comienzan a formar los testículos —cuando así lo indica la presencia del cromosoma Y— éstos liberan testosterona a la corriente sanguínea.
La presencia de esta hormona opera cambios en el cerebro en formación, tales como proveer de un mayor tamaño a ciertos núcleos intersticiales y otras estructuras del hipocampo y un mayor desarrollo del hemisferio derecho.
Como en este hemisferio se encuentran las habilidades espaciales o geométricas, el cerebro masculino es más apto para orientarse en el espacio. En cambio, en el hemisferio izquierdo se encuentran las capacidades comunicativas, el acopio de vocabulario y la sociabilidad, por lo que el cerebro femenino es más apto para la relación con semejantes.
Eso no significa que todos los hombres sean mejor orientándose que una mujer ni que todas las mujeres sean mejores conversando que un hombre. Hay que entender que cada persona es resultado de la interacción de factores genéticos, hormonales y sociales que le son propios, aunque, eso sí, cada sexo tiene diferentes aptitudes de partida, entendidas como patrones de aprendizaje, como una predisposición innata.
El cerebro masculino es mejor, o está mejor preparado para desarrollar:
la capacidad visual-espacial
la memorización y detección de formas y las capacidades geométricas
el aprendizaje de laberintos y la orientación
la lectura de mapas y los conocimientos geográficos
el ejercicio motor que requiere la señalización la previsión de una trayectoria y la puntería
la agresividad
la composición musical
el juego del ajedrez
el razonamiento matemático
El cerebro femenino es mejor, o está mejor preparado para desarrollar:
la fluidez verbal y otras capacidades lingüísticas
las tareas motoras finas y manuales de precisión
la sociabilidad
el cálculo numérico
la sensibilidad
la localización de objetos entre una serie de ellos
la percepción de niveles bajos de estimulación sensitiva y la velocidad de esta percepción
el reconocimiento de rostros, expresiones faciales y tono de voz
la empatía (discernimiento de emociones ajenas)
Y ¿por qué esto es así? ¿por qué la presencia del cromosoma Y facilita el aprendizaje de unas habilidades sobre otras?
La neurofisióloga Doreen Kimura sostiene que se debe a millares de años de división del trabajo: el hombre primitivo cazaba y defendía al grupo, para lo que convenía la orientación, la puntería y la agresividad; mientras que la mujer cuidaba a los pequeños, recogía alimentos cerca del hogar y preparaba la comida y vestidos del grupo, para lo que convenía la habilidad motora fina, la localización de los objetos del grupo, el rápido reconocimiento de sus bebés y la certeza de su ubicación y la empatía con los miembros de su grupo.
La evolución natural fue la encargada de preservar los individuos cuyas capacidades cerebrales fueron más apropiadas para la función social y de supervivencia que desempeñaban.


Nota sabionda: El cerebro femenino es, hemisféricamente hablando, más equilibrado que el masculino. Y su cuerpo calloso —formado por un grupo de fibras que unen los dos hemisferios— es más abultado en las áreas que rigen la emoción y la afectividad.

jueves, 2 de octubre de 2008

La meditacion

A las 04:30, cuando casi todos se relajan en Wall Street, Walter Zimmermann inicia en vivo una gran actividad de cables y apuestas frente a su audiencia de pago. Aproximadamente 200 inversores institucionales (incluyendo líneas aéreas y compañías petrolíferas) desembolsan hasta 3.000 dólares mensuales por enlazar diariamente, vía web, con su predicción sobre el volátil mercado energético, una actuación que puede mover cientos de millones de dólares. “No me pagan para que me equivoque – eso te lo puedo decir”, dice Zimmermann. Pero a medida que va haciendo clic a través de las docenas de pantallas y gráficos de tres computadores, su imagen es la de un hombre centrado y calmado. Zimmermann, de 54 años, vio como la mayoría de sus colegas en el mercado de futuros energéticos se quemaban hace mucho tiempo. Él no atribuye la resistencia de su agudeza cerebral a un gotero intravenoso de café expresso sino a los 40 minutos que dedica cada mañana y cada tarde a la meditación. Su práctica, dice, me ayuda a mantener la claridad que necesito a la hora de realizar análisis intuitivos y rápidos; incluso a medida que se acerca la hora feliz (el cierre de la bolsa). “La meditación es mi arma secreta”, comenta.


Todo el mundo en esta bola de agua sabe que la meditación reduce el estrés. Pero con la ayuda de la avanzada tecnología de un escáner cerebral, los investigadores están empezando a demostrar que la meditación afecta directamente a la estructura y a las funciones del cerebro, modificándolo de una manera que parece incrementar el alcance de la atención, agudizar el enfoque y mejorar la memoria.

Un estudio reciente encontró evidencias de que la práctica diaria de la meditación hace que se hagan más densas las partes del córtex cerebral responsables de la toma decisiones, la atención y la memoria. Sara Lazar, científica investigadora en el Hospital General de Massachussets, presentó el noviembre pasado unos resultados preliminares que demostraban que la materia gris de 20 hombres y mujeres que meditaban durante 40 minutos al día, era más densa que la de aquellas personas que no lo hacían. Al contrario que en estudios previos, que se centraban en monjes budistas, los sujetos en esta ocasión eran trabajadores del área de Boston que practicaban un estilo occidental de meditación llamado atención, o meditación interior. “Hemos demostrado por primera vez que no necesitas hacerlo durante todo el día para lograr estos resultados”, dijo Lazar. Y lo que es más, sus resultados sugieren que la meditación podría ralentizar el adelgazamiento natural que esa sección del córtex sufre con el paso del tiempo.

Las formas de meditación que están estudiando Lazar y otros científicos implican que el sujeto se centre en una imagen, un sonido, o en su respiración. Aunque resulta aparentemente simple, su práctica parece ejercitar las partes del cerebro que nos ayudan a prestar atención. “La atención es la clave para aprender, y la meditación ayuda a regularla voluntariamente”, dice Richard Davidson, director del Laboratorio de Neurociencia Afectiva de la Universidad de Wisconsin. Desde 1992, Davidson ha colaborado con el Dalai Lama en un estudio del cerebro de los monjes tibetanos, a quienes él llama “los atletas olímpicos de la meditación”. Usando cubrecabezas equipados con sensores eléctricos y colocándoselos a los monjes, Davidson ha registrado sus poderosas e inusuales ondas gamma, mucho mejor sintonizadas en los tibetanos que en los meditadores novicios. Los estudios establecieron un vínculo entre la sincronía de estas ondas gamma y el incremento en la conciencia.

Muchas de las personas que meditan afirman que la práctica restaura su energía, lo cual les permite desempeñar mejor cualquier tarea que requiera atención y concentración. Si así fuera, ¿no sería igual de beneficiosa una siesta a medio día? No, dice Bruce O’Hara, profesor asociado de biología en la Universidad de Kentucky. En un estudio que se publicará este año, sometió a estudiantes de colegio bien a meditación, a sueño o a ver televisión. Después realizó con ellos lo que los sicólogos llaman vigilancia sicomotora, pidiéndoles que apretaran un botón cuando se emitiese una luz sobre una pantalla. Aquellos que habían aprendido a meditar, realizaron el test un 10% mejor; “un salto enorme, estadísticamente hablando”, dice O’Hara. Aquellos que dormitaron lo hicieron significativamente peor. “Lo que implica”, según teoriza O’Hara, “que la meditación podría restaurar la sinapsis, al estilo de lo que sucede cuando dormimos, pero sin el atontamiento inicial”.

No es nada sorprendente, dados esos resultados, que un creciente número de compañías (incluyendo a Deutsche Bank, Google y Hughes Aircraft) ofrezcan clases de meditación a sus empleados. Jeffrey Abramson, jefe ejecutivo de Tower Co., empresa de desarrollo afincada en Washington, dice que el 75% de su plantilla asiste a clases gratuitas de meditación trascendental. Hacer que sus empleados sean más listos es solo uno de los beneficios; los estudios dicen que la meditación mejora también la productividad, en gran medida gracias al efecto de prevención de enfermedades relacionadas con el estrés y reduciendo el absentismo.

Otro beneficio para los empleados: la meditación parece ayudar a regular las emociones, lo cual a su vez ayuda a que las personas sepan arreglárselas. “Uno de los dominios más importantes donde actúa la meditación es el de la inteligencia emocional; un conjunto de habilidades mucho más consecuentes para el éxito en la vida que la inteligencia cognitiva”, dice Davidson. De modo que, como resolución para el nuevo año que le rendirá grandes beneficios en casa y en la oficina, intente hacer esto: solo respire.

Traducido de How to Get Smarter, One Breath at a Time (Autora Lisa Takeuchi Cullen para Time)

La crisis

Ahí os dejo un video explicativo en clave de humor pero real 100% del porqué de la crisis mundial.

http://www.dailymotion.com/video/x684wa_the-last-laugh-george-parr-subprime_fun

miércoles, 1 de octubre de 2008

Cucarachas


Las cucarachas son unos insectos dictiópteros, nocturnos y corredores, muy comunes en las zonas templadas del planeta y mucho más en las tropicales. Sólo tres especies de cucarachas, la cucaracha negra común (Blatta orientalis), la cucaracha americana (Periplaneta americana) y la cucaracha rubia o alemana (Blatella germanica), están extendidas mundialmente como consecuencia de las actividades comerciales.
Una característica de estos insectos es que mueren panza arriba y así se suelen encontrar sus cadáveres. No siempre es así, pero sí mayoritariamente.
El encontrar una cucaracha inmóvil en esa posición tampoco quiere decir que esté muerta, pues a menudo simulan esa condición para después voltearse y escapar cuando la amenaza que detectaron desaparece.
Pero, a lo que vamos… ¿por qué mueren boca arriba?
Cuando una cucaracha muere por causas naturales, el rigor mortis hace que sus patas se contraigan. Sería mucha coincidencia que todas las patas partieran del mismo grado de extensión y que se contrajeran a la misma velocidad, por lo que lo más común es que unas se contraigan antes y en mayor medida que las otras. Esto desequilibra el centro de gravedad del insecto, por lo que vuelca hacia ese lado.
Si la muerte viene provocada por algún insectida también acaban boca arriba. En este caso porque la composición del producto ataca el sistema nervioso del insecto provocándole espasmos que causan su volteo. Perdida la coordinación, la cucaracha es incapaz de darse la vuelta y así le sobreviene la muerte.
Estos insectos resultan asquerosos para mucha gente. La aversión y el miedo, la fobia a las cucarachas, recibe el nombre de blatofobia.

Nota: La resistencia de las cucarachas es proverbial. Son capaces de sobrevivir durante un mes sin agua y de dos a tres meses sin comer, soportan una dosis de radiación de 6 a 15 veces superior a la que soportan los humanos y, por si fuera poco, sobreviven dos semanas sin cabeza.