martes, 5 de mayo de 2009

¿Ayudó el amianto a que la vida evolucionase?


En la foto se aprecian finas bandas del fibroso mineral de amianto llamado crisotilo, incrustadas en una serpentinita. ¿Ayudó el amianto a que la vida evolucionase? Esta muestra mide 85 milímetros de ancho. (Imagen: DIRK WIERSMA/SPL)Los terremotos y el amianto pudieron formar una inesperada alianza en la Tierra primigenia, que pudo haber ayudado a la evolución de la vida, de hecho aún podrían seguir haciéndolo.
Las fisuras en el suelo oceánico atravesadas con estratos de un mineral de amianto llamado crisolito, son lugares donde la vida pudo haber encontrado un “asidero” hace 3.500 millones de años. Para imitar ese medioambiente, Naoto Yoshida y Nori Fujiura de la Universidad de Miyazaki en Japón, crearon una biopelícula sobre una capa de goma. Luego le añadieron minerales de crisotilo, moléculas de ADN de unas bacterias llamadas plásmidos que incluían genes de resistencia a los antibióticos, y cuentas de sílice que representaban a la roca inerte. Luego agitaron la mezcla durante 60 segundos para imitar los temblores de baja-energía que podrían haber sucedido durante la historia primigenia de la joven Tierra.
Tras eso, cuando se añadieron antibióticos para matar las bacterias, descubireron que aproximadamente 1 de cada 10.000 bacterias presentes sobre el biofilm habían recogido los genes “sueltos” de resitencia. (Astrobiology,DOI: 10.1089/ast.2007.0185). Esta especie de transferencia de genes “podría haber sido suficiente para hacer aumentar la variación genética y promover la evolución”, comenta Yoshida.
“Tiene sentido”, afirma David Cohen de la Universidad de Nueva Gales del Sur en Sydney, Australia. “Las pequeñas agujas del mineral pudieron haber perforado las células, permitiendo la entrada de los plásmidos. Es el mismo mecanismo que perfora las células pulmonares en la asbestosis“.

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